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Madrid, 3 de abril de 1945.
Sr. Don Julio de Urquijo.
San Sebastián.
Mi querido maestro.
Mucho me alegra el que replique V. a Beltrán, pero yo ya estoy un poco mal visto aquí por los iberistas a ultranza, que me achacan un "bizkaitarrismo" latente según parece. Claro es que me consuela pensar que, cuando estuve en Pamplona, los nacionalistas que oyeron mi conferencia dedujeron que era falangista por lo que en ella dije. La pasión política amenaza seriamente todo estudio lingüístico, etnológico o histórico que se haga en nuestro país.
Tenía noticia de que preparaba V. un artículo sensacional por Manso de Zuñiga que me escribió solicitando un original mío. Le contesté afirmativamente, pensando hilvanar un artículo con ciertos datos que tenía sobre la antigua "Oiarso". Pero ahora me encuentro con un compromiso sentimental. V. sabrá que ha muerto Don Telesforo de Aranzadi, al que vi en Barcelona muy poco antes de morir. El silencio que se ha hecho en torno a su muerte, la soledad en que vivía me han conmovido un poco. Al fin y al cabo fue el primer antropólogo español y pese a su genio peculiar yo no recuerdo mas que rasgos amables en mi trato con él. Me ha parecido, pues, que podría escribir para el primer número del "Boletín..." en que escribiera, un estudio sobre "Aranzadi y la Antropología del país vasco". Si a Vs. No les parece mal al punto me pondré manos a la obra. Si no procuraré cumplir con este deber en otra publicación.
Espero con impaciencia su artículo. Con respecto al texto que le anunciaba Tovar probablemente aún tardará en salir a la luz. Ya sabe que siempre le recuerda su amigo, discípulo y admirador
Julio Caro Baroja.
